bifes finitos de nalga. 8
cebolla grande. 1
manteca. 100 GRAMOS
ajo. 2 DIENTES
jamón crudo, picadito. 100 GRAMOS
champiñones al natural. 1 FRASCO MEDIANO
perejil picadísimo. 1 CUCHARADA
sal y pimienta. A GUSTO
huevo batido. 1
coñac o gin o whisky. 1 CUCHARADA
vino blanco. 1 TAZA
caldo de verduras, bien sazonado. 1/2 TAZA
Varios
papas fritas bastón. PARA ACOMPAÑAR

Extienda los bifecitos de nalga sobre una tabla. Con un cuchillo filoso, quíteles la grasa y nervios que encuentre en el camino.
Aplástelos con una maza (de cocina, claro) hasta dejarlos bien finitos y parejos. Sazónelos a gusto con sal y pimienta recién
molida. Sobre otra tabla, pele y pique finamente la cebolla. Pele y triture los dientes de ajo. Sígame...

Rehogue el ajo y la cebolla en una sartén con 50 gramos de manteca. Escucrra los champiñones, separe la mitad y píquelos (reserve
el resto junto con el líquido del frasco). Mezcle los champiñones picados con la cebolla y ajo rehogados. Súmeles el perejil
picado, la cucharada de coñac, el huevo batido y el jamón picado. Sazone la mezcla sólo con pimienta.

Distribuya un cordón generoso del relleno en la base de cada bife (a 2 centímetros del borde, para que no se escape) y enróllelos.
Cierre los extremos con palillos de madera y también asegure el borde libre. Derrita en una sartén amplia los 50 gramos de
manteca restantes. Fría en ella los niños envueltos, dándolos vuelta una vez para dorar ambos lados.

Agregue en la sartén el vino y raspe el fondo de cocción para que se forme la salsita. Súmele el caldo y el líquido de los
champiñones. Deje hervir lentamente, dándolos vuelta una vez durante la cocción, hasta que al pincharlos se noten tiernos
y la salsa se haya reducido y espesado (o espésela con un poquito de fécula de maíz diluida en apenitas de agua).

Antes de servir, agregue los champiñones reservados fileteados. Sirva los arrolladitos con la salsa y papas bastón fritas.
¿Un consejo para que resulten crujientes? Déles primero un hervor a los bastones hasta que estén tiernos, escúrralos y rebócelos
con harina. Déles un golpe de fritura hasta que estén doraditos. Sálelos recién en el momento de servir.
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