bifes finitos de nalga. 8
manteca. 75 GRAMOS
aceite. 1 CUCHARADA
vino blanco seco. 1/2 TAZA
caldo. 1 TAZA
cebollita de verdeo picadísima. 1/2 TAZA
dientes de ajo triturados. 2
harina. 1 CUCHARADA
tomates pelados y picados. 150 GRAMOS
champiñones (frescos o envasados). 150 GRAMOS
perejil picadísimo. 1 CUCHARADA
jugo de 1/2 limón
sal y pimienta negra de molinillo. A GUSTO
Varios
puré de papas o papas fritas A GUSTO

Quítele a los bifes finitos de nalga (o escalopes, ¡bah!) toda la grasita e indeseables que encuentre. Recórtelos en lo posible
dándoles una misma medida, para que al final quede mejor presentado el plato (su gato, agradecido...) Sazónelos a gusto con
sal y pimienta negra del molinillo. Y luego sígame al siguiente paso.

Derrita en una sartén de tamaño generoso 25 gramos de manteca, más 1 cucharada de aceite. Dore los bifes de ambos lados a
fuego fuerte solamente para sellarlos, calcule unos 3 minutos en total. Escurra los escalopes del recipiente, pero todavía
no lave la sartén, para aprovechar el fondo de la carne. Reserve unos minutos y sígame otra vez los pasos.

Agregue a la misma sartén los 50 gramos de manteca restante y derrítala. Rehogue en ella los 2 dientes de ajo triturados.
Incorpore la media taza de cebollita de verdeo picadísima y rehóguela raspando el fondo de cocción, que le va a dar rico sabor
al plato. Añada la cucharada de harina y luego mezcle todo bien hasta obtener una pasta.

Incorpore la taza de caldo y la media taza de vino blanco seco y mezcle hasta que la salsa se torne espesita. Agregue los
tomates pelados bien picaditos y con todo su jugo. Sume los champiñones (pueden ser frescos o envasados) cortados en tajaditas
verticales. Y únales también la cucharada de perejil picadísimo y el jugo de medio limón.
Cuando la salsa rompa el hervor agregue los bifes y déjelos cocinar despacito hasta que se noten bien tiernos y la salsa espesita.
Pruebe y rectifique o no el sazonamiento con sal y pimienta. Sirva los bifes con toda su salsa y una guarnición de papitas
fritas (previamente cortadas en cubos, hervidas y rebozadas en harina, el secreto para que queden crocantes).


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