carré de cerdo 8 MEDALLONES
aceite 4 CUCHARADAS
sal y pimienta de molinillo A GUSTO
manteca 1 CUCHARADA
pimienta en grano 1 CUCHARADITA
morrones gordos, cortados en tiras gruesas 2
cebollita de verdeo, picada 1 TAZA (PARTE TIERNA)
puerros, en rodajitas 2 (PARTE TIERNA)
vino blanco seco 1/2 TAZA
champiñones envasados al natural 1 FRASCO CHICO
perejil picadísimo 1 CUCHARADA
Varios
papines 1/2 KILO
aceite 4 CUCHARADAS
ajo picadito 4 DIENTES
orégano y pimentón A GUSTO
ají molido 1 CUCHARADA

Extienda los medallones de carré de cerdo sobre una tabla limpia y condiméntelos con sal y pimienta recién molida, a gusto.
Aparte, coloque en una sartén las 4 cucharadas de aceite y llévela al fuego. Cuando el aceite esté caliente, ponga los medallones
de carne y dórelos de ambos lados. Escúrralos sobre papel absorbente y resérvelos hasta utilizar.

No lave la sartén. Llévela al fuego nuevamente, agregue la cucharada de manteca y la carne. Agregue la cebollita de verdeo
y mezcle a fin de rehogarla bien. Saltee las tiras de morrones mientras va raspando el fondo de cocción que quedó en el fondo
de la sartén. Unale las rodajitas de puerro. Rocíe con el vino y deje hervir despacio hasta reducirlo.

Escurra los champiñones y córtelos en tajaditas verticales (si son chicos déjelos enteros). Agréguelos en la sartén y mezcle.
Unale también el perejil picado. Deje hervir despacito, agregando chorritos del líquido de los champiñones para mantener un
volumen respetable de salsa. Cocine la preparación hasta que la carne esté bien tierna. Mientras tanto..

Empecemos con la guarnición. No pele los papines (tienen una piel requetefinita y comestible), pero lávelos muy bien bajo
el chorro de la canilla. Póngalos a hervir en una cacerola con abundante agua hasta que, al pincharlos, se noten tiernos.
Escúrralos. Mientras se cocinan los papines, vierta el aceite en una cacerola o sartén grande y caliéntelo bien.

Agregue los papines en la sartén y délos vuelta varias veces hasta que la piel se note crujiente. Vierta en la cacerola el
ajo picadito y rehóguelo cuidando que no se queme. Espolvoree con el orégano y el pimentón diluido en un poco de agua y mezcle
hasta que los papines se rebocen bien. Espolvoréelos con el ají molido y sirva como guarnición.
|